Los seguros nuevos existen por una sola razón: porque existen necesidades nuevas. El seguro es, probablemente, la actividad económica que más obligada está a evolucionar, porque su obligación es dar respuesta a toda actividad sometida a un riesgo y, en consecuencia, conforme las actividades cambian, también lo ha de hacer el seguro. Por eso nacen constantemente seguros nuevos y, en este momento, están surgiendo: seguros ante los ciber riesgos, seguros para los equipos de movilidad personal (patinetes eléctricos, etc.); y también seguros para las redes sociales.
En internet hay millones de personas que actúan por amor al arte; pero hay otros muchos que han hecho de su interacción en redes sociales su modo de vida, en ocasiones muy lucrativo. Hay dos grandes grupos: los denominados community managers (CM), normalmente profesionales de la comunicación o del márquetin que actúan para su cliente en el ámbito de las redes sociales, normalmente siendo su portavoz; y los influencers, esto es, personas que utilizan una o varias redes sociales para difundir conocimientos que le son útiles o divertidos a otros. En ocasiones, tanto el CM como el influencer tienen miles, incluso millones, de personas que les siguen.
Por esa razón, existen seguros para ellos. Porque están sometidos a riesgos, riesgos que pueden generarles grandes pérdidas económicas. El principal riesgo es, como casi siempre cuando hablamos de profesionales y profesiones, la responsabilidad civil. Hablando en nombre de un cliente o del propio, un actor de las redes sociales puede acabar aportando una información errónea o desenfocada que lleve a otros a tomar decisiones asimismo erróneas que les generen pérdidas, que podrían reclamar al informante original. En el caso de los influencers, este riesgo puede adquirir, según a qué se dediquen, perfiles muy significativos, puesto que pueden ser prescriptores de marcas o productos, prescripción en la que puede ocurrir que difundan información errónea o sometida a confidencialidad. Es por ello que no es ninguna mala idea que los profesionales de las redes sociales entiendan que deben protegerse.
Los profesionales… o sus responsables. Porque en el mundo de internet puede darse el caso de que un influencer sea menor de edad. En ese caso, sus padres o tutores harán bien en entender que ellos pueden ser responsables de sus actos, por lo que también es adecuado que se planteen una protección de seguro.
El community manager, por su parte, suele ser un profesional que elabora y remite un número muy elevado de mensajes cada día; por no mencionar que, en muchos casos, también se ocupa de atender de alguna manera a personas que están tratando de reclamar a su cliente, por ejemplo, por un servicio que consideran inadecuado o defectuoso. Es una actividad muy constante, que como te decimos se concreta en muchos actos de información, lo que hace que sea una actividad muy expuesta.
Es por ello que los CM se forman adecuadamente y buscan constantemente las mejores herramientas para su trabajo. Harán bien en recordar que un buen seguro no debe faltar en ese inventario.